El desayuno también era en la recepción del hotel, había bastante variedad para elegir pero no tenían leche para el café, solo una especie de crema (café mate) que le daba un sabor extraño que no nos gustó nada. Mientras desayunábamos nos dimos cuenta que no habíamos imprimido unas hojas con mapas y todo el planing que teníamos para ese día. Por suerte en la recepción nos dijeron que teníamos derecho a imprimir hasta 10 hojas, y como lo tenia guardado en “la nube” nos lo imprimieron allí. Un detalle muy a agradecer durante todo este viaje es la amabilidad de los recepcionistas en los hoteles, te hacen todo más sencillo y agradable
Antes de partir camino de San Francisco a través del Big Sur, queríamos visitar alguna cosa de Santa Bárbara.
Así que nos despedimos del hotel y cogimos el coche para visitar una serie de edificaciones coloniales construidas por los españoles a finales del siglo XVIII.
En primer lugar nos dirigimos a Misión Santa Bárbara, es muy fácil orientarse y por Santa Bárbara ya que las calles son cuadriculadas, así que rápidamente llegamos a esta misión construida en 1786 por Fray Fermín Lasuén, misionero que continúo la labor de Fray Junípero Serra a la cabeza de la red de misiones que los franciscanos construyeron en California durante el siglo XVIII. El objetivo de esta Misión era evangelizar a los indios Chumash que vivían en esa zona de California.
Había bastante aparcamiento y observamos está edificación, paseamos por sus bonitos jardines pensando en lo importante que fue nuestro país en el pasado, todo aquello había sido colonizado por misioneros españoles.
Se podía visitar el interior pagando 5$, pero aun no estaba abierto (creo que abría a las 9)
Cogimos el coche para visitar por fuera alguna edificación más, hecha por los españoles, primero la Iglesia de Nuestra Señora de Dolores - Our Lady of Sorrows, donde un indigente (homeless) trataba de impedir que fotografiase la iglesia (podéis verlo en la primera foto, levantando la mano), no entiendo aún porque, supongo que estaba loco por eso no le hice ni caso.
Muy cerca también pudimos ver el Palacio de Justicia un conjunto de cuatro edificios, en los que se incluye hasta una cárcel, y que también es utilizado para numerosas eventos civiles de la ciudad y hasta para bodas. Existían tours guiados a las 14 horas. También se puede subir al Mirador, conocido como la torre del reloj, desde donde hay unas bonitas vistas, pero ni estaba abierto a esa hora ni teníamos tiempo.
Y por ultimo el presidio real, de Santa Bárbara es una antigua instalación militar. Como las otras edificaciones fue construida por los españoles con el objetivo de defender el Segundo Distrito Militar en California.
Antes de abandonar Santa Bárbara nos fuimos al muelle, muy cerca también como a unos 500 metros. Aparcamos al final de la calle State en unas plazas de aparcamiento que había al aire libre, creo recordar que la primera hora y media era gratis.
Desde el parking al muelle llegamos en un par de minutos. Todo muy bonito y cuidado, con palmeras a lo largo de todo el paseo marítimo.
Primero bajamos a la playa, muy amplia. Una pena que el día estaba muy nublado, era muy pronto aún.
Luego subimos paseamos por el embarcadero de madera, bastante grande. Caminamos hasta el fondo donde había unas casas de madera. A mitad del recorrido había las banderas que hubo en Santa Bárbara en su historia, Estados Unidos, México y varias de España de distintos emperadores o reyes y épocas.
A un lado del embarcadero se veía después de la playa un puerto deportivo con muchos yates y barcos.
La verdad es que Santa Bárbara es un sitio bonito y merecía dedicarle más tiempo, si hubiese sol, posiblemente hubiésemos quedado un poco en la playa, pero estaba nublado y teníamos un largo recorrido por delante, así que volvimos al coche para recorrer el Big Sur hasta San Francisco.
Para ir a San Francisco se puede ir por la autopista Highway 101 o por la carretera que va bordeando la costa conocida como Big Sur. Este recorrido aunque es bastante largo a través de una carretera comarcal, es muy bonito ya que vas viendo la costa permanentemente, es una ruta que discurre sobre acantilados con miradores y poblaciones bonitas que merece la pena ver.
El recorrido desde Santa Barbará a San Francisco a través del Big sur sobrepasa las 6 horas y 30 minutos, aunque con todas las paradas lleva el día completo, lo ideal seria hacer noche en Monterrey o Carmel pero nosotros no disponíamos de muchos días y teníamos que ir con menos calma.
El recorrido comienza a través de la HW 101 hasta San Luis Obispo, durante aproximadamente 1 hora y media. En ese punto es donde tenemos que elegir si seguir por la ruta rápida o desviarnos hacia la Hw 1 que fue la opción que elegimos.
Desde San Luis Obispo que es una población interior condujimos durante aproximadamente un cuarto de hora hasta la población costera de Morro Bay donde hicimos la primera parada ya que es un pueblo muy bonito
Aparcamos fácil en la calle, muy cerca de la costa e hicimos una breve parada para ver el mar. El pueblo es realmente guapo y además ya se habían retirado las nubes y estaba un día radiante.
Hay varios bares o restaurantes con unas terrazas muy chulas al lado del mar y también alguna tienda donde tras dar un pequeño paseo compramos unas bebidas para llevar en el coche y continuamos con nuestro trayecto.
Las primeras millas aún eran por autopista con doble calzada pero ya pronto se convirtió en una carretera comarcal al lado del mar.
Nuestro siguiente parada era la playa de Piedras Blancas a unos 40 minutos de Morro bay. 5 millas antes de llegar a esta playa pudimos ver a lo alto uno de los puntos más visitados de la ruta, el Hearst Castle, un castillo que mandó construir el multimillonario William Randolph Hearst que se puede visitar pagando la entrada, pero nosotros no teníamos tiempo para visitarlo.
Así que llegamos a la playa de Piedras blancas, que nos hizo gracia su nombre porque en Asturias hay un pueblo que se llama así. Esta playa de arena oscura es famosa por tener una gran colonia de leones marinos. La verdad es que es impresionante, hay centenares de ellos. Nos gustó mucho.
Tiene un buen aparcamiento asfaltado por lo que es una parada sencilla. En este punto hicimos cambio de conductor para que Inés pudiese descansar un poco y ya lo llevé yo hasta San Francisco
Unos 500 metros más adelante cruzando a mano izquierda se encuentra un mirador con un faro. Aunque estaba cerrado el camino que iba hacia el faro y solo lo pudimos ver desde la entrada.
Continuamos ruta, y el paisaje ya empezaba a ser precioso, una carretera llena de curvas al lado del mar, de vez en cuando parábamos en algún mirador para contemplar las vistas del mar y el acantilado.
También nos encontramos alguna obra en alguno de los túneles que nos encontramos, así que tardamos algo más de una hora en llegar a nuestro siguiente objetivo. Se trata de Lucia Lodge un precioso hotel-restaurante situado sobre el mar. Dispone de un pequeña tienda autoservicio en la que puedes comprar bebidas frías, snacks y algún plato precocinado. Los precios eran bastante caros, nos compramos un sándwich a precio de oro y unas bebidas y lo comimos en la terraza, las vistas eran preciosas desde esa terraza es un sitio precioso.
Creemos que hay un restaurante aparte de la tienda, pero no estamos seguros.
Quizás si le echas un poco de morro puedes traer comida de fuera y comprar la bebida en la tienda para tomarlo en esa preciosa terraza, aunque a decir verdad en todo el Big sur no se ven ni tiendas ni restaurantes, así que deberías traerlo de alguna población anterior al Big sur.
Volvimos al coche, y la carretera se hacia cada vez mas estrecha y sinuosa, pero el paisaje era precioso y disfrutábamos de cada momento, por el camino teníamos previsto ver las McWay falls, unas cascadas que caen hacia el mar, pero no las encontramos.
Lo que si vimos fueron los dos conocidos puentes que podréis ver en fotos de cualquier persona que hable del Big sur, en primer lugar, Bixby Bridge.
Y bastante cerca nos encontramos con el Rocky Creek Bridge. Ambos puentes tienen miradores antes y después de cruzarlos, no cuesta nada parar en todos y ver los distintos ángulos. Desde los miradores también se divisan algunas playas de arena.
Nuestro siguiente destino Carmel-by-the-Sea, una pequeña ciudad muy limpia, cuidada y tranquila, notándose que antaño fue un lugar de descanso de algún bohemio escritor. Destaca también una enorme playa de arena fina impresionante.
La avenida principal de Carmel es Ocean Avenue, al fondo de la calle justo antes de llegar al mar hay un parking que tiene 2 horas gratuitas, más que suficiente, aunque nosotros aparcamos en esta misma calle.
En primer lugar visitamos su playa con una arena fina y dorada.
El día estaba precioso y no pudimos resistirnos a mojar un poco los pies en el mar, eso si el agua estaba fría.
Luego subimos de nuevo hacia arriba por su empinada calle principal (Ocean Avenue) una preciosa calle arbolada, con tiendas de lujo, pasadizos secretos, patios encantadores…
En ella podremos ver en una bocacalle hacia la derecha subiendo, el Ayuntamiento o City Hall, construido originalmente en 1921 como la Iglesia de Todos los Santos. Aquí fue alcalde Clint Eastwood.
Muy cerca se encuentra la Casa de los Dulces - Cottage of Sweets – votada como la mejor tienda de dulces de toda Norteamérica en 2009 en una encuesta del diario USA Today. Por su arquitectura parece sacada de un cuento.
Posteriormente volvimos a coger el coche para dirigirnos a la Misión de Carmel - Mission San Carlos Borromeo - , uno de los puntos más turísticos de esta zona, esta misión la más importante de California aunque no entramos en su interior se dice que es muy importante su sepulcro, uno de los más bonitos de Estados Unidos. Fue construida en 1771 por el misionero español Junípero Serra, que está enterrado en la propia misión, al pie del altar. La sucesión de misiones se conoce hoy como el Camino Real, aunque originariamente, el Camino Real era cualquier camino construido por la corona Española.
Durante el viaje vimos muchas calles o carreteras llamadas Camino Real y suelen estar señaladas por una campana.
Muy cerca visitamos el hotel restaurante Mission Ranch propiedad de Clint Eastwood que posee unas espectaculares vistas del mar y la montaña. Esta rodeado de pastos con ovejas. Posee Casas de madera y pequeños bungalós repartidos en un rancho con 200 años de historia en Carmel. Dispone de una terraza espectacular para poder tomar algo con esas preciosas vistas.
Aunque teníamos previsto continuar el big sur por una carretera de peaje (10$) conocida como 17 mile drive, que une Carmel con Monterrey que dicen que es bastante interesante con varios puntos que visitar, nos dimos cuenta de que nuestro planing era demasiado ambicioso e íbamos con cierto retraso sobre el horario previsto y decidimos saltarnos esta visita para irnos directamente el circuito de Laguna Seca que estaba a unos 25 minutos de distancia.
Llegamos al famoso circuito y por allí no había apenas seguridad ni encargados ni nadie que nos pudiese orientar.
El Mazda Raceway Laguna Seca es un circuito en el que se practican distintos deportes sobre ruedas y que es popular en España y en Europa mayormente por las carreras de moto GP y sobretodo por su famosa curva numero 8 conocida como el sacacorchos (Corkscrew), ya que es una sucesión de curvas ciegas con un gran desnivel. En este lugar se han vivido algunos de los momentos más emocionantes de este deporte.
Por tanto estábamos especialmente interesados en conocer el famoso sacacorchos y conseguí que una chica que andaba por allí que debía trabajar en el circuito me indicase donde era. Nos acercamos con el coche y luego subimos por un descampado hasta llegar justo al lado. Aunque había una rejilla que me impidió pisar la pista lo vimos a escasos metros y nos impresionó mucho. Como no había seguridad ni nada iba a saltar la valla, pero justo en ese momento llegaron otros visitantes y me conforme con lo que había visto.
Estuvimos unos minutos observando e imaginándonos ver esa curva durante una carrera, debe ser verdaderamente espectacular, la pendiente que tiene la pista en ese punto es asombrosa, no creo que ningún otro circuito tenga nada que se asemeje, desde luego los pilotos son unos valientes.
Ya habíamos visto lo que queríamos, pero antes de marcharnos visitamos con el coche alguna otra zona, allí nadie nos decía nada, yo creo que con un poco de morro te metes en la pista con el coche y das una vuelta al circuito, jajaja
Eran cerca de las 6 y estábamos a unas 2 horas de San Francisco, aunque dudamos un poco si acercarnos a conocer Monterey, se nos iba a hacer demasiado tarde y continuamos ruta dejándonos guiar por el GPS. Nos desviamos a repostar, es muy habitual que alrededor de las gasolineras haya establecimientos de comida rápida. También había un supermercado al que entramos pues queríamos comprar bebida para el camino, pero solo vendían packs indivisibles de un montón de latas, por lo que descartamos la compra.
Decidimos ir al McDonald´s que había al lado a pedirnos un refresco. Allí nos conectamos a la wi-fi y nos enteramos que el Barcelona había perdido 4-0 con el Bayern de Munich, en condiciones normales Inés se hubiese pillado un pequeño disgusto, pero estando de viaje casi ni lo sintió.
Además descubrimos una agradable sorpresa que nos iba a acompañar durante todo el viaje, y es que existía una oferta en la que todas las bebidas en cualquier tamaño costaban tan solo 1$. Te podías pedir un enorme vaso de al menos un litro de refresco. Así que nos pedimos alguna comida para picar y un enorme refresco para cada uno, que es muy agradable para ir refrescandote mientras vas conduciendo.
Ahora ya era todo autopista de nuevo y al principio fue bastante fácil, pero según nos íbamos acercando a San Francisco el trafico empezaba a crecer y la autopista empezaba a tener cada vez más carriles e iba haciéndose denoche.
A pesar de llevar ya unos cuantos años en Madrid, aquello era demasiado grande para nosotros y íbamos un poco acojonados.
Ya entrando en San Francisco creo que a la altura del aeropuerto, hubo un momento en el que nos sentíamos muy pequeños, un nudo de autopistas que no sabría describir, unas se entrelazaban con otros, veías unas por encima de ti a mucha altura otras por abajo, unas salían para un lado otras para otro, fueron unos minutos de en los que sentía una especie de vértigo.
Aun no se como, porque el GPS nos indicaba giros y salidas en cuestión de segundos, pero entramos a la primera en el centro de la ciudad, aunque aun me entra un escalofrío cuando pienso en aquellas enormes autopistas entrelazadas.
Una vez en San Francisco es muy fácil moverse, paramos un segundo en un sitio que teníamos apuntado para pillar un bono de transporte de 3 días, llamado Muni Pass. Existen de 1, 3 y 7 días. Y en función del bono que compras has de marcar en una especie de folleto los días del mes (consecutivos) que deseas usarlo. Desafortunadamente se les habían acabado los bonos. Existe otra opción similar que son tarjetas recargables Clipper card, el problema es que las tarjetas cuestan 3$ creo recordar, pero las puedes comprar en cualquier supermercado Walgreens que abren hasta muy tarde, quizás 24 horas, y teníamos uno frente al Hotel.
Para el hotel buscamos algo lo mas económico posible, la prioridad es que tuviese aparcamiento, que estuviese relativamente céntrico y transporte publico cerca. Con estas condiciones lo mejor que encontramos fue el Alpha Inn and Suites, en el 2505 de Lombard Street, Marina District. Nos costó unos 130 euros por 2 noches, que con lo caro que es san francisco y con parking incluido es un muy buen precio.
Aparcamos en unos aparcamientos en batería que tenia en una especie de plaza interior. El hotel era sencillo y estaba un poco envejecido pero no necesitábamos mucho mas, no merece la pena gastarse un dineral en un hotel en el que solo vas a estar unas horas para dormir. Tenía una nevera, un fregadero y una cafetera con café molido y leche en polvo y vasos. Además tenia una pequeña piscina en una especie de patio interior al que daban todas las habitaciones, aunque con el clima frio de San Francisco me imagino que poco se podrá usar.
Tras acomodarnos en el hotel cruzamos al Walgreens que había frente al hotel para comprar una tarjeta de transporte Clipper card para cada uno. Nos costó un poco hacernos entender con la dependienta de aspecto oriental, pero al final decidimos recargar la tarjeta de transporte por un solo día, ya que el primero íbamos a usar el transporte publico y el segundo el coche y esta primera noche no íbamos a usarlo. Creo recordar que el bono de un día eran 13$ y la tarjeta 3$. Pero teniendo en cuenta que un solo viaje en cable car (tranvía) son 6$ lo amortizas rápidamente, pues lo usamos mucho.
www.clippercard.com |
Así que entramos allí, nos pedimos unas hamburguesas y unas Budweiser, jeje una cena al mas puro estilo americano. Nos gusto mucho la hamburguesa y la decoración del local era la típica de las hamburgueserías de los años 60. Disfrutamos mucho de la cena, ya habíamos pasado el estrés de entrar en esa enorme ciudad, habíamos dejado el coche bien aparcado, habíamos visto muchas cosas chulas durante el día... todo había salido perfecto, ¡¡¡Y ESTÁBAMOS EN SAN FRANCISCO!!!
Nos sentíamos un poco cansados, pero no queríamos irnos a la cama ya, así que cogimos el coche para ir a ver el Golden Gate por la noche, ya que nos quedaba bastante fácil desde el hotel. En unos minutos aparcamos en una especie de mirador que hay antes de cruzarlo.
No tiene una iluminación demasiado espectacular, y además la famosa niebla de San Francisco lo hacia aún mas oscuro, pero bueno, fue una primera toma de contacto. Estuvimos allí unos minutos y regresamos al hotel pues hacia bastante frio y estábamos bastante cansados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario