miércoles, 24 de abril de 2013

Día 5: San Francisco – Alcatraz, tranvías, Little Italy, Chinatown, Castro...

Nuestra primera visita del día era la famosa cárcel de Alcatraz para la que habíamos reservado a través de Internet el ferry para las 9:30 horas

No recordábamos si el hotel (Alpha Inn and Suites) teníamos incluido el desayuno, pero tras preguntar en recepción nos dijeron que no, aunque en la habitación había una cafetera, con sobres para hacer café y leche en polvo. Como justo en frente del hotel había un Walgreens mientras se hacia el café fui a comprar galletas y bollería para ese día y para tener durante el viaje. También algún snack para llevar en el coche.

Muy cerca del hotel, en el cruce de las calles Divisadero St & Chestnut St, pasaba el autobús numero 30 que nos dejaba bastante cerca del barrio Fisherman’s Wharf de donde parte el barco que nos deja en Alcatraz

Como ya habíamos adquirido la tarjeta de transporte (clipper card) el día anterior solo debíamos esperar a que pasase el autobús.


Está es el mapa con los puntos que visitamos durante el día, así como algunos trayectos en transporte público:

Abrir el mapa en una nueva pestaña »


El autobús número 30 nos acercó a la zona Fisherman’s Wharf, aunque tuvimos que caminar unos 5 minutos.

Fisherman's Wharf es un barrio muy popular y transitado por turistas.

En este barrio podemos encontrar varios museos (el museo de cera, el museo -Ripley´s, Believe it or not!-, el Musée Mécanique...) el Parque Marítimo Histórico Nacional de San Francisco, el Centro Comercial Cannery, Ghirardelli Square,

Por toda la zona existen varios restaurantes y puestos que ofrecen marisco fresco y otros productos del mar

Y destaca sobre todo el Pier 39, es un popular centro de ocio construido sobre un muelle. Tiene un gran ambiente y está muy animado, en este muelle podemos encontrar tiendas, bares, restaurantes, actuaciones callejeras, el Acuario de la Bahía, paseos virtuales en 3D y se pueden ver leones marinos de California situados sobre los muelles del puerto deportivo. También está el famoso restaurante flotante Forbes Island.

Teníamos reservado a las 9:30 el barco hacia alcatraz, aun tuvimos unos minutos para pasear por famoso pier 39, aunque aun era temprano y no tenia demasiado jolgorio.

Enseguida nos dirigimos caminando al pier 33 lugar de donde parten los barcos hacia alcatraz, donde conviene estar media hora antes, ya que hay que canjear la reserva de Internet (30$ por persona en el año 2013 incluyendo barco y entrada al recinto) por los boletos para el barco y hacer una pequeña cola antes de subir.

Podéis comprar los tickets para Alcatraz con un descuento en la web de ticketbar



También existen otras excursiones y entradas interesantes. 


La visita a Alcatraz no solo merece la pena por la visita en si, sino por el trayecto de unos 15-20 minutos en barco desde donde tenemos unas bonitas vistas de la bahía, de San Francisco y de la propia prisión.


Aunque corría un viento frío, el trayecto nos encantó. Muy bonitas vistas y siempre es agradable navegar.



Por fin estábamos en la isla de Alcatraz, conocida también como La Roca (The Rock), es una pequeña isla ubicada en el centro de la bahía de San Francisco. Fe utilizada como fortificación militar, como prisión militar y posteriormente su uso más conocido como prisión federal hasta 1963. Se convirtió en parque nacional en 1972.

Una vez llegamos a la isla/prisión nos hicieron una charla introductoria y nos entregaron unas audioguías, también incluidas en el precio, en nuestro caso las pedimos en español.

Las audioguías son muy interesantes y muy bien narradas por "actores" que en ocasiones narran en primera persona lo que allí hay y lo que allí sucedió.

Primero pasamos por diversas estancias en las que se puede ver pequeños vídeos (también en español) que te explican detalles curiosos y al menos para nosotros desconocidos, como la ocupación por parte de los nativos americanos (indios de distintas tribus) en el año 69 cuando la cárcel había quedado abandonada. Gracias a esta ocupación consiguieron recuperar tierras y derechos que les habían sido arrebatados.


Luego ya entramos en la cárcel propiamente dicha, pudimos ver las diminutas celdas, el comedor, la biblioteca...




También pudimos salir al patio de recreo.


El itinerario nos llevo a través del “Bloque D” hasta las celdas de castigo, donde se encerraba a oscuras los presos que no se portaban bien.


Luego se podía salir al exterior a una especie de mirador, desde donde había unas vistas preciosas de San Francisco donde se divisaban perfectamente las rectas y empinadas calles que parten de la costa y suben hacia arriba.



Había un viento frio que te cortaba, si a finales de abril y con un día soleado el viento te dejaba así de congelado, no queremos imaginar como es eso en pleno invierno con niebla cerrada. Esa cárcel debía ser un autentico infierno, con ese frio, con esa humedad, aislado del mundo en esas celdas tan pequeñas.

Visitamos otras estancias como el despacho del alcaide, ventanillas para las visitas, las cocinas...


La visita a la Alcatraz nos encantó, es un lugar cargado de historias impactantes que provocan muchas emociones y que hacen volar tu imaginación.

Entre otras cosas interesantes puedes ver las celdas de la famosa fuga de Alcatraz, con una bonita narración en la audioguía.



Cuando terminamos de visitar todo, regresamos al muelle para tomar de nuevo el barco hasta el pier 33.


Desde alli habia unas vistas privilegiadas del impresionante puente de la Bahía, que une San Francisco con Oakland (Oakland Bay Bridge ). Este puente tiene más de 7 km (la plataforma de acero más larga del mundo), aunque esta dividido en dos partes, desde San Francisco a la isla de Yerba Buena, y de allí a Oakland.

Fue abierto en 1936 y tiene dos pisos uno para los coches que circulan en un sentido y otro para el contrario.




Después de ver este puente nos dirigimos de nuevo al pier 39, que como ya habíamos comentado es un centro de ocio muy conocido en la ciudad. Ahora ya tenia bastante ambiente y dimos un agradable paseo viendo las tiendas, los restaurantes, tiovivos...


También pudimos ver los leones marinos de California situados en los muelles del puerto deportivo.


Ahora queríamos hacer una de las cosas más típicas y conocidas de San francisco, subirnos en el famoso tranvía “Cable car” del que existen 3 líneas:
  • California Street: Circula por el distrito financiero, Chinatown y Nob Hill.
  • Powell-Mason: Sale desde Market y Powell hacia North Beach para finalizar cerca Fisherman’s Wharf.
  • Powell-Hyde: Como la anterior sale de Market y Powell, continua por Union Square, el Museo del Cable Car, Nob Hill, Russian Hill, Lombard Street y finaliza en la plaza Ghirardelli.
Nosotros queríamos utilizar esta última en sentido inverso, es decir partiendo desde la plaza Ghirardelli y subir hacia arriba.

Aunque podíamos llegar caminando en unos 15 minutos, como teníamos la tarjeta de transporte decidimos acercarnos un poco utilizando la línea F de tranvía que partia de delante del pier 39 y nos llevaba como punto más cercano a Jones St.

No confundir este tranvía con los cable car, ya existen otros muchos tranvías eléctricos, pero son distintos a las 3 líneas históricas del cable car.

Una vez nos bajamos de la línea F caminamos unos 5 minutos hasta la plaza Ghirardelli. Allí había un par de vagones estacionados, ya que es la estación de origen y fin de la línea Powell-Hyde. Había bastante gente esperando, primero se completo y tranvía partió hacia arriba, después de 5 o 10 minutos nos pudimos subir al siguiente vagón.



Destacar que los conductores del cable car son bastante bordes y desagradables, al menos en nuestro caso cualquier cosa que les preguntábamos o no te contestaban o te contestaban mal. No sabíamos muy bien como validar la tarjeta de transporte porque no nos quiso contestar, se la enseñamos y supongo que con eso seria suficiente.

Nos gustó mucho montar en este medio de transporte, es algo distinto y muy interesante el sistema de funcionamiento. Resumiendo, consiste en un gran cable que va por debajo del asfalto que gira continuamente de arriba abajo de la ciudad. Los conductores del tranvía se enganchan al cable cuando quieren comenzar a desplazarse y lo desenganchan para frenar.


Nos bajamos bastante pronto ya que queríamos ver la famosa calle Lombard Street, una de las imagenes más conocidas de San Francisco. Esta famosa calle empinada (40 grados de inclinación) que discurre zigzagueando desde la calle Hyde a la call Leavenworth.



Bajamos caminando algún trozo por donde los coches, alguno por unas escaleras contiguas.

Hasta que llegamos a la parte de abajo que es desde donde mejor se ve como es la calle y resulta más interesante ver como bajan los coches.




Después fuimos caminando unos 10 minutos hasta un bonito parque llamado Whashington Square donde mucha gente se sienta un rato sobre el césped a descansar, a leer o a pasar unas horas relajadas. Aquí se encuentra también la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Muy bonita, allí se casó Marilyn Monroe con Joe DiMaggio.


Cuando vamos de turismo, nos gusta mucho caminar por la ciudad, así que continuamos caminando hacia durante unos 10 minutos por Columbus av. hasta la intersección con la calle Broadway. Esta zona es conocida como little Italy (la pequeña italia). Está llena de establecimientos italianos: cafeterías, restaurantes, heladerias...


Y como ya era hora de comer, dimos un pequeño paseo por este barrio hasta que entramos en una pequeña pizzeria donde nos tomamos unas porciones de pizza.


Tras la comida volvimos al centro neurálgico de little italy (la confluencia de las calles Columbus y Broadway) En este punto, se puede ver el famoso edificio conocido como Pirámide Transamérica, que es el más alto de San Francisco.


Tambien, concretamente, en el 261 de Columbus av, se encuentra la librería City Lights (abierta en 1952), que tiene un gran encanto. Y merece la pena visitarla y dar una vuelta entre sus estanterías. Su nombre fue puesto en homenaje a la película de Chaplin “Luces de la Ciudad”.



Continuamos paseando y casi sin darnos cuenta entramos en chinatown. enseguida te darás cuenta por coloridas fachadas, los farolillos, restaurantes, templos y una infinidad de tiendas.



Paseando por este barrio llegamos al lugar donde se inventaron las famosas galletitas de la fortuna, que no son originarias de china, sino de este barrio de San Francisco. El nombre de la pequeña fabrica es Golden Gate Fortune Cookie Factory situado el 56 Ross Aly


Además nos regalaron una a cada uno. Eso si, había que pagar 50 centavos por sacar una foto.

También aprovechamos esta zona repleta de tiendas, para comprar algún recuerdo, alguna camiseta, imanes y una replica de matrícula de California para colgar en nuestra casa.

Caminando volvimos hasta los pies de la Pirámide Transamérica para seguir paseando por el moderno distrito financiero.


Para integrarnos con los trabajadores trajeados nos pillamos un típico café para llevar y caminamos hasta la antigua Catedral de Santa María (Old Saint Mary's Cathedral) en California Street.



Aunque íbamos a pillar de nuevo el cable car, nos acercamos a ver la típica puerta de entrada del barrio chino, conocida como puerta del dragón. En la intersección entre Gant ave. y bush street


Volvimos a California street para pillar el cable car, de la línea que recorre esta calle. Por esto es muy recomendable sacar la tarjeta de transporte, no te da ninguna pereza pillar una y otra vez el cable car, lo que supone un autentico lujo y placer. Sino deberíamos pagar 6$ cada vez que te subes.


Subimos un rato y aparecimos en París (Francia) al lado de la catedral de Notre Damme, no jejeje se trata de Grace Cathedral una catedral mucho más moderna (1964) pero muy similar a la de París. Aunque nos quedamos claramente con la de París xD.


Entramos gratuitamente en su interior.


En las inmediaciones se encuentran varios hoteles famosos, como el lujoso hotel Fairmont, que pertenece a la red de hoteles históricos de Estados Unidos y ha salido en diversas películas como La Roca (The Rock)


Como nos gustaba mucho pillar el cable car, volvimos a bajar toda la línea de California Street hasta el puerto de San Francisco. Es muy interesante ver el sistema de funcionamiento de los tranvías.



Sacamos algunas fotos del puerto y otra vez del puente de la bahía, esta vez estábamos algo más cerca.


Y volvimos a tomar otro tranvía, esta vez no era cable car, sino un tranvía eléctrico. Mientras esperábamos conseguí conectarme a una wifi y tenia varios whatsapp avisándome de que el Madrid había perdido 4-1 en Dortmund. Vaya repaso que les habían dado los equipos alemanes a Barça y Madrid.


Nos subimos al tranvía hasta las inmediaciones de Union Square, pero primero nos acercamos a Yerba buena Gardens. Son unos inmensos jardines donde tanto locales como visitantes acuden a relajarse.

Allí, junto a los jardines de la Esplanada se encuentra el Memorial a Martin Luther King, Jr, que consiste en una gran catarata.


Existe un famoso tiovivo para los niños, así como diversos museos y edificios muy modernos.

Aunque nos gustó y solo estuvimos 5 o 10 minutos, bien podriamos haber pasado sin visitar estos jardines, de todos modos, cuantas cosas estábamos viendo en muy poco tiempo gracias a la eficiencia de la red de tranvías y cable car de San Francisco. Y aún no eran ni las 6 de la tarde.

Luego caminamos hasta Union Sqare, que es una plaza considerada el centro de san francisco, es la zona más comercial y el en la plaza suele haber todo tipo de eventos, como conciertos, exposiciones al aire libre o manifestaciones.



Nosotros pasamos un rato muy agradable ya que había un concierto de jazz, había sillas donde pudimos descansar mientras veíamos como tocaban incluso algunas personas se animaron a salir a bailar.

La verdad es que no solemos escuchar jazz, pero es un tipo de música que nos resulta muy agradable de escuchar.

Aun no había anochecido y habíamos visto un montón de cosas y eso que estábamos improvisando, ya hacia tiempo que no llevábamos un planing preestablecido.

Decidimos visitar el barrio gay de Castro, teníamos anotado un tranvía eléctrico que iba desde la zona de Union Square a Castro y eso hicimos, en pocos minutos estábamos en Castro, que es como si fuese el chueca de San francisco, pero a decir verdad tiene mas ambiente el barrio de Madrid. En general en ningún sitio del mundo puedes encontrar la cantidad bares, restaurantes y gente que puedes encontrar en España.


Paseamos relajadamente por el barrio con la intención de tomarnos una cerveza, pero no llevábamos ninguna recomendación de bares y los que vimos no nos invitaban mucho a entrar, teníamos miedo a no encajar mucho en ellos.

Asi que decidimos dejar el barrio y hacer una ultima visita antes de cenar.

La noche anterior cuando entrabamos hacia san francisco hacia el hotel habíamos visto el ayuntamiento iluminado y nos haba gustado mucho, así que tomamos de nuevo un tranvía hasta el City Hall, un precioso edificio que aún es más bonito con la iluminación.


Aun no era denoche de todo y pretendíamos buscar algún bar para tomar algo y esperar a ver iluminado el edifico, nos pusimos a caminar para buscarlo, pero nos pareció una zona peligrosa, se respiraba un ambiente raro, por lo que decidimos volver a la plaza que hay delante del ayuntamiento y esperar allí tranquilamente a que oscureciese un poco más. No esperamos a que estuviese totalmente oscuro, pero si que lo vimos bastante bien iluminado.


Ahora si que queríamos ir a cenar al pier 39, así que tomamos otra vez el tranvía. No se que pasa por la noche, pero San Francisco parece volverse un poco peligroso, unos chicos que entraron en el tranvía le robaron una tablet al conductor sin que se enterase y dentro del tranvía estaban intentando romperla. Cuando se bajaron la intentaron introducir por algún orificio del tranvía y el conductor les debió ver por algún espejo y lo pudo recuperar. La verdad es que fue una situación desagradable, este tipo de delincuentes nunca sabes por donde pueden salir y estás incomodo mientras los tienes cerca.

Por suerte no ocurrió nada más, en el ultimo momento decidimos hacer una ultima parada en el puerto de San Francisco (Port of San Francisco) desde done hay unas bonitas vistas nocturnas tanto del skyline, como del puente de la bahía. También está muy bonito.





Y después de unos minutos ya cogimos de nuevo el tranvía que va paralelo a la costa hasta el Pier 39. Aun no eran las 10 de la noche, pero había ya muy poca gente, nada que ver con lo que habíamos visto por la mañana, incluso ya había restaurantes cerrando. Debíamos acostumbrarnos a los horarios americanos, las 22:00 es muy tarde para cenar.

De todos modos aún había restaurantes abiertos, el que más gente tenia era uno llamado Wipeout, con una bonita decoración basada en la estética del surf. Comida rápida: hamburguesas, pizzas, burritos, rebozados de pescado, gambas, calamares...


Nos pedimos 2 cervezas grandes, una pizza y un Fried Fish Sandwich (un pescado rebozado puesto pan de hamburguesa acompañado de lechuga, tomate, cebolla y un cuenco pequeño con salsa tártara). El precio de los platos andaba por los 12/13 dólares, aunque eran grandes, las cervezas eran bastante caras creo que 8$ o así, por lo que con la propina pagamos 50$ creo recordar (unos 40 euros al cambio vigente en aquel momento)

Estaba aceptablemente bien, y después de todo lo que nos habíamos movido por San Francisco apetecía cenar sentado y descansar un poco de todo el día.

Pagamos con tarjeta, y nos resulto un poco extraño el método de pago, primero nos trajo la cuenta (sin la propina) y dimos la tarjeta para que cobrase. Luego nos trajo de vuelta la tarjeta con el papelito para firmar y escribir la propina que queríamos dar y por ultimo vuelven a pasar la tarjeta con el importe final (propina incluida).

Al principio te da miedo que te cobren 2 veces por la cena, pero el camarero nos tranquilizó y nos dijo que era lo habitual. Por suerte durante el viaje se repitió este método de pago en mas restaurantes, y revisando los extractos de las tarjetas todo fue correcto.

Tras la cena regresamos al hotel en autobús. No era muy tarde pero a esas horas en San Francisco ya no se veía vida.

Había sido un día muy completo en el que después de ver Alcatraz recorrimos la ciudad de arriba a abajo gracias a la eficiencia de los tranvías y del cable car.

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