domingo, 11 de mayo de 2014

Día 11: Vuelta a casa con 10 horas de escala en Dubai

A las 12:05 hora tailandesa partimos rumbo a Dubai. La línea aérea fue otra vez Fly Emirates, como en el viaje de ida todo perfecto, puntualidad total, buen trato y esta vez si cabe aún mejor ya que el avión por dentro era más moderno que nos que nos habían llevado a Kuala Lumpur. La pantalla de entretenimiento que teníamos en cada asiento era genial, aparte de juegos y otras actividades tenia una variedad de películas, series y documentales enorme. Además películas recién salidas del cine, en las que podías elegir español. Incluso había una sección de películas españolas de estreno.

El viaje de 7 horas de duración fue muy cómodo, dormimos un poco, cenamos y desayunamos y entremedias nos entretuvimos viendo una película española muy divertida que se llamaba “Esto no es una cita” y un documental sobre el campeonato del mundo de fútbol que ganó España.


Llegamos a Dubai hacia las 4 de la mañana hora de Emiratos, por delante tendríamos 10 horas para visitar esta ciudad que ya conocíamos bien de un viaje anterior 4 años atrás.




Como las maletas ya iban directas, no tuvimos más preocupación que cruzar el control de aduana, en este caso muy rápido.

Sacamos algo de dinero en un cajero con mi tarjeta de EVO que no tiene comisiones en todo el mundo, e intentamos coger el metro, pero claro a esas horas aun no estaba operativo, no abría hasta las 6. No nos preocupo demasiado porque sabíamos que los taxis eran muy baratos, aunque lo primero que queríamos visitar era el Burj Al Arab, el famoso hotel vela de siete estrellas, que estaba muy lejos, con la referencia de nuestro anterior viaje, habíamos calculado que nos costaría menos de 10 euros.

Nos pusimos a la cola de los taxis, donde había un hombre diciéndole a cada persona a que taxi dirigirnos, a nosotros en vez de enviarnos a un taxi normal nos envió a un lexus negro espectacular, a mi me llamo mucho la atención y pregunte si era un taxi normal con el mismo precio, me dijo que si y pregunte si era con taximetro y también me respondió afirmativamente. Nos montamos en el coche, muy muy lujoso y en cuanto arranca nos pregunta si tenemos 200 dirhams (más de 44 euros) que es lo que nos costaría el viaje.

Cuando me dijo eso me puse como loco, le había preguntado reiteradamente si el precio era el de un taxi normal y me había engañado miserablemente. Perdí los papeles y con mi paupérrimo inglés, empece a gritarle y a decirle que nos había engañado.

Como me vio muy cabreado me ofreció bajarme mucho antes en una playa publica que había bastante más cerca que el Burj Al Arab, y le dije que si.

El muy caradura me decía que sus precios eran iguales que los de un taxi normal, y bajo la ventanilla para que le preguntase a otro taxista que había al lado, le dije que se fijase en el taxímetro que el nuestro tenia exactamente un 0 más que el del taxi de al lado. Luego me decía que era más barato que en España, y ni eso, mucho tienes que recorrer en España para que te claven 45 euros. De hecho en Madrid existe una tarifa única de 30 euros. Así pues nos dejo en la playa que nos había dicho, al final la broma fue de unos 20 euros, que no fue demasiado, pero que me cabrea mucho que se rían de ti. Además cuando le pague se quería quedar con la vuelta de propina y se enfado muchísimo, es verdad que llegamos a tener un poco de miedo porque se enfadó mucho, pero no estaba dispuesto a que me engañen y encima dar propina.

Salimos del coche, y aún me duro el mal rollo unos minutos, pero bueno había que disfrutar de Dubai. Todavia estaba muy oscuro ya que aún no eran ni las 6 de la mañana y nos fuimos a dar un paseo por la playa, aunque era artificial, estaba muy bien.



Luego salimos de la playa y fuimos caminando por una especie de pista para caminar intentando buscar la calle principal para coger, esta vez si un taxi normal.



Y así fue, paramos un taxi normal, que por unos 3 euros nos acerco a la playa que hay a los pies del burj Al Arab, ¡así da gusto!

Nos bajamos a la playa y dimos un paseo por la orilla del mar, Inés incluso se descalzó y paseo por el agua. Desde la playa veíamos la silueta del Burj Al Arab que es un edificio precioso.





Poco a poco empezaba a asomar el sol, fuimos saliendo de la paya para ir al puente de entrada del Burj Al Arab.



Que grandes recuerdos nos traía este hotel, la otra vez que habíamos estado en Dubai habíamos subido a comer al restaurante que hay arriba de todo.


Aunque fue la comida más cara que pagamos en nuestra vida, mas de 100 euros cada uno, fue una experiencia única que nos permitió conocer el lujosisimo hotel por dentro y disfrutar de una comida de lujo rodeados de jeques y gente de alto standing, con unas vistas increíbles.

Pero bueno, en esta ocasión solo tocaba mirar desde afuera ese bonito edificio.



Tras contemplar el hotel y sacarnos unas fotos volvimos a al via principal donde recordamos las famosas paradas de autobus con aire acondicionado para soportar las altísimas temperaturas que se alcanzan en Dubai.



Luego tomamos otro taxi que por tan solo 4 o 5 euros nos llevó a Dubai Creek, una ria que divide dos barrios antiguos de Dubai (Bur Dubai y Deira). Este trayecto es de 20 minutos largos, por lo que el precio en taxi es espectacularmente barato, por eso me cabreo tanto el timo del primer taxi que tomamos.

En Dubai creek nos bajamos en la parte de Bur Dubai, donde queríamos cruzar a Deira en una embarcación típica de Dubai conocida como Abra, esa embarcación es la que utiliza la gente local para cruzar a la otra parte donde están los zocos o mercados. El precio es casi irrisorio, solo 1 dirham, es decir 22 céntimos de euro. Existen otras opciones más caras para turistas, pero esto es mucho más autentico y mucho mejor.


Nos subimos a la barca (abra) y esperamos unos 5 minutos a que se fue llenando de gente local, aun era pronto para que fuese algún turista más.



Pagamos el dirham y en 3 o 4 minutos llegamos al otro lado. Alli esta lleno de embarcaciones que descargan las especias y otros productos de otras zonas del golfo pérsico como Irán. La verdad es que es una experiencia interesante mezclarse con ese otro Dubai tradicional que nada tiene que ver con los rascacielos, el lujo y la ostentación. Además dar un paseo en barca siempre es agradable.


Nuestra intención era hacer unas compras en el Old Souq (zoco antiguo) donde habíamos comprado varias cosas en nuestro anterior viaje, aunque en esta ocasión supongo que porque era muy pronto no había mucho movimiento y aún no estaban todos los puestos abiertos. Nuestro principal objetivo era comprar una cachimba, ya que la que habíamos comprado en nuestro viaje anterior se nos había caído al suelo y roto en mil pedazos. Así que paseamos un poco por el mercado hasta que encontramos una tienda en la que compramos la cachimba, no regateamos mucho creo que nos costo unos 9 euros, eso si le pedimos que nos regalase tabaco y pastillas de carbón.


Una vez cumplido nuestro objetivo nos fuimos en busca de una parada de metro, ya que debíamos ir al Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, donde teníamos reservado para subir al observatorio.

Caminamos un rato, y aunque nos liamos un poco acabamos llegando a Ras Metro Station, allí además de las maquinas expendedoras de tickets, había una persona en taquilla que los vendía, le pedimos un billete para el burj khalifa, pero nos pregunto cuanto íbamos a usar el metro, le dijimos también que luego regresaríamos al aeropuerto. Fue muy amable y nos dio un billete que servia tanto para ir al Burj Khalifa como para regresar al aeropuerto. Realmente lo que compras es como tramos de uso y así nos salió muy económico, creo que unos 2 euros en total a cada uno. El metro de Dubai es muy moderno, limpio, elegante... en su mayor parte no es subterráneo sino que va elevado. Aunque en la estación donde lo cogimos nosotros es subterráneo ya que debe pasar por debajo la ria (Dubai Creek) Con el billete pasamos los tornos y nos subimos al metro. Esta estación era de la línea verde y 3 paradas después en Khalid Bin Al Waleed tendríamos que hacer transbordo a la línea roja.

En la línea roja, ya elevada, vas viendo la ciudad. Como curiosidad comentar que existen vagones exclusivos para mujeres y niños.


En nuestro anterior viaje a Dubai tuvimos una anécdota bastante terrible, ya que entramos corriendo al metro pues ya iba a cerrar las puertas, a Inés le dejaron pasar y a mi no y me quede fuera sin cartera ni móvil ni nada porque lo llevaba ella en el bolso, el metro partió con Inés y yo me quede en tierra. Resumiendo mucho, ya que hubo múltiples contratiempos como una avería del metro... y después de mas de una hora perdidos buscándonos de estación en estación, Inés tuvo la idea de solicitar que me llamasen por megafonía indicándome en que estación estaba y eso me salvó la vida.

En esta ocasión pudimos comprobar las señales que indicaban que el vagón era solo para mujeres y niños, así que Inés entro en el vagón de mujeres y yo en el de hombres, dentro había una línea amarilla alrededor del vagón que lo delimitaba las zonas, aunque como la zona de hombres estaba hasta los topes invadían unos centímetros la parte de mujeres.




Unas 5 o 6 paradas después llegamos a la parada del Burj Khalifa/Dubai Mall, ya que es parada común para el Edificio más alto del mundo (Burj Khalifa), el centro comercial más grande del mundo (Dubai Mall). Alli todo es lo más grande, también esta la fuente más grande del mundo.

De todos modos la parada esta un poco lejos del Burj Khalifa y tuvimos que caminar 10 minutos o más por unas pasarelas elevadas muy lujosos y limpias, en las que ya había tiendas. Desde esas pasarelas vimos una nueva locura que estaban construyendo, un edificio en forma de barco, había una foto de como iba a quedar, realmente impresionante y ya se veía la forma, en poco tiempo estará terminado.




La verdad es que ya conocíamos bastante bien todo aquello y aunque el dubai mall es enorme, sabíamos que bajando a la planta inferior estaba la taquilla del Bruj Khalifa y la salida a la plaza donde esta Dubai Fountain, y desde donde se puede ver el edificio más grande alto del mundo.

La otra vez que visitamos Dubai estaba recién terminado el Burj Khalifa, al menos el observatorio de la planta 124 y aunque teníamos reservado, estuvo cerrado todo el tiempo que estuvimos allí por una avería en el ascensor. Pero esta vez teníamos reservado y tuvimos más suerte, era una espinita que teníamos clavada y que nos pudimos quitar. El precio con reserva es bastante elevado, creo recordar que unos 25 euros, pero si no tienes reserva y compras el ticket en el momento el precio se eleva por encima de los 100 euros. Salimos un momento al exterior a observar el edificio por afuera, es sencillamente espectacular, una maravilla de la ingeniería.




Volvimos a entrar y canjeamos la hoja con la reserva que habíamos hecho, por la entrada. También nos sacamos audioguías. No todos los días se sube al edificio más alto del mundo, así que hay que enterarse de lo máximo posible Primero pasamos a una sala de de Interpretación, en la que mediante maquetas, mapas, dibujos y otros medios audiovisuales, el visitante se introduce en el conocimiento de este edificio único en el mundo.



Allí nos informamos de que el Burj Khalifa es el edificio más alto del mundo con una altura de 828 metros. A través de la audioguía y de otros medios audiovisuales que había en la sala te informaban de las miles de personas de decenas de nacionalidades que habían trabajado en su construcción, de la fecha de inicio y fin de la construcción, de las toneladas de acero, etc. etc.

También podías ver en escala la diferencia de altura con otros rascacielos por ejemplo con el Empire State de Nueva York que mide 381 (431 con la antena), es decir la mitad. O la torre Taipei 101 que tiene 508 metros, bastante menos de los 828 del Burj Khalifa.

Después de un rato en la sala de interpretación, conociendo información sobre este grandioso edificio, nos dirigimos al ascensor que nos subiría al mirador en la planta 124 en tan solo 60 segundos, es decir a una velocidad de 10m/s, el más rápido del mundo.


En tan solo 60 segundos estábamos en el observatorio conocido como “At the top”, con una vista de 360 alrededor del edificio.


Una gran parte de esos 360º está al aire libre. Desde allí tienes unas vistas alucinantes, sin palabras. Puedes ver toda la ciudad, todo el litoral, el Burj Al Arabl, las palmeras artificiales construidas sobre el mar cuyas ramas están llenas de viviendas de lujo. También se puede observar el proyecto abandonado conocido como the world, en el que se pretendía formar una especie de recreación de los continentes a base de islas, pero el proyecto fracasó y ahora solo se puede ver sus restos.





La vista no es todo lo nítida que cabía esperar debido a la polución o más bien a la arena que hay en suspensión en el aire, debido a que Dubai esta construido sobre un desierto, y en consecuencia rodeada de arena. Estuvimos mucho tiempo arriba, no queríamos dejar de disfrutar de las vistas, por un lado y por otro, no nos cansábamos de hacer fotos y de mirar desde allí arriba a vista de pájaro. Habíamos conseguido hacer realidad lo que 4 años atrás no habíamos podido hacer, por lo que nos habíamos quitado esa espinita clavada.



Después de un buen rato ya si tocaba bajar de nuevo. Otra vez montar en ese espectacular ascensor para bajar a toda velocidad. Había sido una experiencia increíble.

Ya nos quedaba poco tiempo de Dubai, ya que queríamos llegar con suficiente antelación al aeropuerto no fuésemos a perder el vuelo de vuelta por cualquier imprevisto.

Así que una vez abajo salimos a ver otra vez el edificio por fuera, a sacarnos unas fotos de recuerdo y a observar también la fuente, en esta ocasión no podríamos ver el espectáculo de luces y sonido, ya que comienza cuando empieza a oscurecer el día. Nos hubiéramos quedado allí mucho más tiempo, pero no podía ser, de todos modos al menos esta lugar ya lo teníamos disfrutado con tiempo en nuestro anterior viaje a Dubai.





Ya tocaba marcharse, así que volvimos a entrar en el centro comercial para dirigirnos de nuevo a través de las pasarelas al metro. Queríamos parar a comer en algún sitio, pero teníamos miedo a que hubiese cualquier percance y perder el avión, así que nos pillamos algo de comida rápida para comer mientras íbamos hacia el metro. Entramos en el metro y la tarjeta que habíamos comprado nos funciono perfectamente, llegamos al aeropuerto en un momento sin ningún contratiempo.

Pasamos el control de pasaporte, y ya solo tocaba esperar a que partiese el vuelo de vuelta a Madrid. Durante el tiempo de espera aprovechamos para gastar los dirhams que nos habían sobrado comprando algún producto local y cuando llegó la hora partimos puntualmente. El avión igual que el anterior, muy bien, nos dieron una comida y una merienda y en torno a las 8:30 hora española llegamos a Madrid, ya se había acabado nuestra aventura, todo había salido a la perfección, que teniendo en cuenta la cantidad de destinos y medios de transporte que tuvimos que coger es para estar contento.

FIN

1 comentario:

  1. Me encanto recordar Dubai otra vez aunque solo fuera por unas horas!!

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