Cogimos el metro en Clarke Quay, casi a lado del hotel y en un par de paradas hicimos transbordo a la línea verde EW (East West Line). Esta línea tiene la peculiaridad de que tiene dos finales de trayecto, Pasir Ris y Changi Airport.
Como no acababa de pasar ninguno con final en el aeropuerto, lo pillamos hasta la estación en la que se desdoblaba, Tanah Merah.
Hasta ese momento nuestro concepto del metro de singapur era perfecto, considerábamos que era el mejor metro que habíamos visto, pero la espera en esta estación fue exagerada, aquello empezó a llenarse de gente y llegamos a temernos perder el avión. Cuando por fin llegó casi no habia sitio en el vagón y con las maletas y todo fue bastante incomodo. Luego en el aeropuerto, fue todo bastante bien, facturamos la maleta y pasamos más o menos rápido el control.
Nos compramos unas bebidas y cambiamos los dólares de Singapur que nos habían sobrado por bahts tailandeses, con un tipo de cambio aceptable.
Habíamos leído que el aeropuerto Changi era el mejor del mundo, pero sinceramente no le vimos nada extraordinario al menos en la terminal que estábamos nosotros, estaba bien sin más, y para colmo justo antes de entrar al avión había otro nuevo control de equipaje... otra vez a quitarse el reloj, cinturón... y para colmo nos quitaron las bebidas que habíamos comprado, así que a mi no me vendan la moto, que para mi es mucho mejor la T4 de barajas u otros aeropuertos.
Puntualmente nos subimos al avión de la compañía de bajo coste Tiger airways, el precio del billete fue muy barato, unos 80 euros los dos pasajes, incluyendo una maleta grande, pusimos 30 kg, aunque nos sobró bastante. El avión parecía bastante nuevo y estaba bien.
Todo iba según lo previsto, nos disponemos a salir a la pista de despegue cuando no se que pasó que regresamos al lugar de partida. El piloto se pone a hablar muy rápido y no le entendí nada mas que TECNICAL PROBLEM. Al principio nos asustamos un poco, pero ver al resto del pasaje estaba tranquilo nos calmamos bastante. Abrieron la puerta del avión y cerraron la cortinilla para que no viésemos nada, pero como estábamos muy adelante vimos que entraban un par de técnicos, allí estuvieron entrando y saliendo un buen rato. Por suerte, al final se solucionó el tema y salimos, solo fue aproximadamente una hora de retraso. El vuelo fue rápido, menos de dos horas y lo mejor es que las vistas al final del viaje eran preciosas, íbamos bordeando la costa y aquello parecía le paraíso, playas, islas, ríos, acantilados... precioso.
Como Tailandia tiene una hora menos que Malasia y Singapur, llegamos unos minutos después de las 12 del mediodia hora local, el control de pasaportes y la recogida de equipajes fue bastante rápido.
El siguiente paso era pillar un medio de transporte a nuestro hotel, había 2 opciones, coger un taxi, creo recordar que 800 bahts (unos 18 euros) o ir en minibús por 180 bahts por cabeza, lo que tenia 2 inconvenientes, el primero es que no te lleva directo a tu hotel sino que va dejando gente por el camino y el segundo es que habíamos leído que si no completaban la minubús, te podían dejar en tierra o hacerte esperar mucho tiempo. Así que nos decidimos por el taxi. De todos modos si volviese otra vez iria en minibús o me saldria hacia el parking a contratar otro taxi porque a la vuelta el taxi fue bastante más barato
Para pagar había una especie de puesto, como ya habíamos cambiado dinero en el aeropuerto de Singapur, le pagamos directamente.
Esta moneda al ser tan pequeña (1 € = 44.23 baht) era más liosa y nos costo más acostumbrarnos a ella y a billetes con tantos ceros, así que tirábamos mucho de una aplicación del móvil para hacer el cambio.
La distancia a Patong, que era la localidad donde teníamos reservado el hotel es de unos 40 km, por lo que el precio no es caro, además en nuestro caso tardo más de 45 minutos, entendemos que debido al atasco se metió por carreteras secundarias y el trayecto se hizo un poco largo, además el taxista no era nada hablador y creaba un poco de angustia ir por esas carreteras tan malas y sin transito de coches. Por suerte todo fue bien y llegamos a nuestro hotel en Patong sin problemas.
PATONG
Patong Beach: Es la playa más turística de Phuket y ofrece muchas opciones para el ocio, el deporte y la diversión a lo largo de sus 3 km. La población de Patong es la capital turística de Phuket, conocida por su vibrante y alocada vida nocturna y llena de restaurantes, cientos de tiendas , sitios para masajes, etc.
En Patong dispones de todo lo necesario para poder disfrutar de tu estancia, allí puedes contratar excursiones en los cientos de puestos que te las ofrecen, regateando un poco puedes obtener un muy buen precio. También puedes contratar transporte, por ejemplo para ir a Phi Phi o alquilar un coche u moto.
En Patong se encuentra la famosa calle BLANGA ROAD, esta calle es mundialmente conocida por su alocada vida nocturna, a la que acuden muchos occidentales en viajes de turismo sexual. Conocida también por los ping pong shows, que consisten en una especie de bar de streaptease donde las mujeres tienen la habilidad de sacar cosas de su interior (concretamente de su vagina); disparan pelotas de ping pong (de aquí el nombre del show), sacan cuerdas largas, disparan agujas y revientan globos inflados que mandan sujetar a turistas que suben al escenario...
Patong Beach: Es la playa más turística de Phuket y ofrece muchas opciones para el ocio, el deporte y la diversión a lo largo de sus 3 km. La población de Patong es la capital turística de Phuket, conocida por su vibrante y alocada vida nocturna y llena de restaurantes, cientos de tiendas , sitios para masajes, etc.
En Patong dispones de todo lo necesario para poder disfrutar de tu estancia, allí puedes contratar excursiones en los cientos de puestos que te las ofrecen, regateando un poco puedes obtener un muy buen precio. También puedes contratar transporte, por ejemplo para ir a Phi Phi o alquilar un coche u moto.
En Patong se encuentra la famosa calle BLANGA ROAD, esta calle es mundialmente conocida por su alocada vida nocturna, a la que acuden muchos occidentales en viajes de turismo sexual. Conocida también por los ping pong shows, que consisten en una especie de bar de streaptease donde las mujeres tienen la habilidad de sacar cosas de su interior (concretamente de su vagina); disparan pelotas de ping pong (de aquí el nombre del show), sacan cuerdas largas, disparan agujas y revientan globos inflados que mandan sujetar a turistas que suben al escenario...
Lo primero que nos llamó la atención de Patong fue la gran cantidad de tiendas que había, y los postes de la luz con una maraña de decenas y decenas de cables recorriendo todas las calles, que kaos, como puede funcionar la luz con ese lio de cables.
Nuestro hotel era el dusitD2 Phuket Resort, lo reservamos a través de su propia web por unos 60 € / noche con desayuno incluido, el hotel estaba genial, pero me hubiese conformado con algo más barato, luego estas casi todo el tiempo fuera y casi no lo aprovechas.
El hotel estaba como a unos 10 minutos caminando de Bangla road, y muy cerca de la playa, unos 100 metros. La ubicación era muy buena porque no estaba muy lejos del centro pero ya no había el ruido que podría haber en la zona de marcha.
Entramos al hotel y la impresión fue muy buena, aunque era un 4*, podria serlo perfectamente de 5*. Nos dirigimos a hacer el check-in y ahí fue cuando empezamos a conocer la amabilidad tailandesa, nos recibieron un un paño humedo para refrescarnos y quietarnos el sudor y nos sirvieron un té frio de sabores que estaba realmente rico, y eso que yo no soy muy de té.
Subimos a la habitación que estaba muy bien tambien, era muy grande con una cama enorme, mini bar, muchos muebles para meter cosas, caja fuerte, y una terracita.
Luego fuimos a conocer las piscinas, primero subimos a conocer la piscina de la azotea, estaba bastante bien y tenia un bar.
Luego bajamos a conocer la piscina principal, que era mejor aún con la típica barra con taburetes dentro del agua, así que aprovechamos para darnos un baño y tomar una cerveza. La verdad es que nos decantamos por este hotel por la barra dentro de la piscina, estaba genial, pero no es lo mismo que en riviera maya que te pasas gran parte del tiempo en el hotel, aquí lo bueno está fuera.
Ya iba siendo hora de ir a comer y conocer un poco la vida de Patong, asi que fuimos caminando hasta la playa a unos 100 metros del hotel, la playa esta bastante bien, algunos la comparan benidorm, pero yo creo que es bastante mejor, está menos masificada, se pueden alquilar hamacas muy baratas y hay decenas de actividades acuáticas que se pueden contratar. Como ya eran mas de las 3 dimos un pequeño paseo por la arena y nos fuimos en busca de un sitio para comer.
Todas las edificaciones que hay en primera línea de playa son tiendas de souvenirs, productos de imitación, puestos que venden excursiones y restaurantes... Caminamos un rato y nos sentamos en la terraza de un bar que tenia buena pinta, nos pedimos unas cervezas y pizza. Fue nuestro primer contacto con la cerveza chang que a la postre seria la que mas íbamos a beber el resto de las vacaciones. Nos gustó mucho, además te ponían los tercios muy fríos introducidos en una especie de vaso que la mantenía sin calentarse. La pizza estaba rica también, y lo mejor el precio, menos de 10 euros por comer los dos
.
Tras la comida continuamos caminando hasta llegar a la famosa calle Bangla road, aunque su apogeo es por la noche ya tenia bastante ambiente.
Volvimos sobre nuestros pasos fisgando un poco por las tiendas, hay cientos y cientos de tiendas, cualquier callejón, cualquier bajo es una tienda repleta de productos de imitación. Aunque discrepamos con otra gente que nos decían que Tailandia era más barato de Kuala Lumpur, en chinatown vimos mejores precios. Aun así en Patong vimos autenticas gangas en productos de buena calidad, por ejemplo unas hawaianas que en el corte ingles nos costaron 22 euros las encontramos idénticas por 150 bahts (3.4 euros) yo me compre unas y no veo ninguna diferencia con las originales.
Nuestro siguiente objetivo era contratar las excursiones que teníamos previstas, por un lado la excursión a la isla de James bond y por otro el transporte ida y vuelta a phi phi que incluía transporte al puerto desde el hotel y el ferry hasta las islas para ir el miércoles a primera hora y regresar el jueves en el último ferry, hacia las 14:30
Miramos en un par de puestos, y enseguida las contratamos. El transporte de ida y vuelta a phi phi nos costo, después de regatear, 600 bahts por persona, unos 13 euros, lo cual es un buen precio ya que incluía transporte desde el hotel al puerto de phuket, unos 45 minutos en furgoneta y el ferry a phi phi dos horas y media. Tanto para ir como para volver.
También contratamos la excursión a Phang Nga Bay una región de Tailandia conocida por sus islotes característicos, especialmente el de la película de James Bond "The Man with the Golden Gun". La excursión incluye otra serie de visitas y actividades interesantes (comida en Koh Panyee, canoas Hong Island, tiempo libre en Naka Island...) Nosotros contratamos esta excursión por 1300 bahts (unos 30 euros) con speed boat, ya que no queríamos perder tiempo en un barco lento.
Esta excursión dependiendo de la compañía que la realice dispone de otras opciones como visitar templos, montar en elefante... nosotros lo vimos a posteriori y no pudimos elegir, pero sería recomendable tener claro las actividades que se quieren realizar para escoger las que más te puedan gustar.
Ahora ya teníamos el resto de la tarde para dedicarla a lo que quisiésemos así que nos fuimos a la playa a dar un baño, hay gente que comenta que esta playa no les gusta, pero a nosotros nos gustó bastante, no es tan paradisiaca como maya bay o bamboo, pero no está mal, no está tan masificada como Benidorm, ni muchísimo menos, tiene una buena arena, puedes alquilar una hamaca por muy poco...
El único defecto es que no encontré duchas para después del baño, a mi me resulta bastante molesta la sal sobre la espalda cuando seca, de todos modos como teníamos cerca el hotel, nos pasamos por la ducha de la piscina y aprovechamos para darnos un baño
Cuando empezó a anochecer salimos a callejear un poco y ver tiendas. Patong tiene 2 calles principales que la recorren, la que va justo a la lado de la playa y otra mas o menos paralela que va como 200 metros por el interior (thanon ratuthit songroipi road). En este caso elegimos esta ultima, al salir del hotel nos encontramos el hard rock cafe patong que estaba en el propio edificio de nuestro hotel
Justo al otro lado de la calle vimos que había una especie de mercado permanente con decenas y decenas de tiendas. Estuvimos callejeando un rato y tanteando los precios, y viendo que cosas interesantes había para comprar otro día. Aquello es inmenso y las tiendas innumerables, hay para estar mirando y comprando días y dias, pero ya iba siendo hora de ir a cenar así que volvimos a la calle que da a la playa para buscar un restaurante.
Después de ver unas cuantas opciones nos decantamos por un restaurante italiano que estaba como en un primer piso pero que tenia una terraza al aire libre con vistas a la playa así que subimos para allí, nos pedimos un entrante para compartir y una pizza enorme con una cerveza de medio litro y un refresco, todo por unos 500 bahts (12 euros aprox). Estaba rico y en la terraza se estaba muy bien.
Decidimos no tomarnos postre y probar algo de lo que ofrecían por los puestos callejeros que había en la calle, así que tras la cena bajamos de nuevo a la calle y nos pedimos una especie de crepe con banana y nutella que estaba muy rico.
Con el estomago lleno ya era hora de ir al lío, ir a ver el ambiente de Bangla Road, así que para allá fuimos, primero recorrimos la calle para conocerla y la verdad es que es una locura de calle, llena a rebosar, sin ningún tipo de norma, ni restricción, todos los bares abiertos hacia afuera con la música a tope, chicas medio desnudas bailando sobre las mesas o por cualquier lado y personas con carteles ofreciéndote de todo, desde una bebida, hasta los famosos "ping pong show".
Después de pasear un rato por la calle entramos en un pub que nos ofrecieron las cervezas a buen precio, creo recordar que 80 bahts. Estuvimos allí un buen rato, lo pasamos bien, había buen ambiente, buena música, cerveza. Nos llamo mucho la atención que había bastantes señores occidentales de mediana edad, 50 años o más y las camareras no se les despegaban, daba la sensación que simplemente con que les invitase a tomar algo se conformaban para pasar toda la noche con ellos, acariciándolos, besándolos, bailando, jugando con ellos a los dados, a las cartas... luego no sabemos como acabaría la noche.
Ya se estaba haciendo algo tarde y al día siguiente había que madrugar mucho, ya que nos íbamos a Phi Phi, así que dimos un ultimo paseo por blanga road y nos fuimos para el hotel a dormir.
Sencillamente me encantó el viaxe. Mereció la pena.
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