domingo, 4 de mayo de 2014

Día 4: Taman Negara → Kuala Lumpur → Singapur

Nos levantamos hacia las 7:00 de la mañana, como no nos habíamos acostado muy tarde dormimos lo suficiente. Además ese día íbamos a tener tiempo suficiente para dormir en el trayecto a Kuala Lumpur, y luego de allí a Singapur.

La primera imagen al levantarnos fue una lagartija corriendo por el techo, que horror, menudo susto, a saber que más bichos había por allí... .

En ese momento, lo único que queríamos era escapar de allí, aunque Inés no se pudo resistir y se dió un baño en piscina, luego una ducha rápida, recogimos a toda velocidad y salimos corriendo para ir a desayunar.


El desayuno consistía en un buffet sencillo, café con leche y tostadas con mantequilla y mermelada. Había arroz, pollo y todas estas cosas que desayunan por el sudeste asiático pero que a nosotros no nos suelen apetecer para el desayuno.

A las 8 salimos puntuales hacia Kuala Lumpur en un coche de la empresa de Gladwin. El viaje fue cómodo, paramos en un área de servicio y continuamos ruta. En un principio Gladwin nos iba a sacar los billetes para ir a Singapur a la 1:30 partiendo desde Chinatown KL, pero como íbamos a llegar antes 12 del mediodía, llamó por teléfono al conductor y nos dijo si preferíamos salir a las 12. Evidentemente dijimos que si, cuanto antes llegásemos a Singapur mucho mejor.

Hacia las 11:45 nos dejaron delante del centro comercial Times Square Berjaya, que ya nos sonaba porque habíamos estado dos días antes (el de la montaña rusa) y sorpresa, allí estaba Gladwin esperándonos, menudo detallazo, nos hizo mucha ilusión y se lo agradecimos mucho.


Tras volver a España mantuve un cierto contacto por email con Gladwin y cada poco me escribe agradeciéndome que esta recibiendo muchos españoles gracias a una recomendación que hice en tripadvisor. Incluso nos ha puesto en varias fotos en su web.


Otra curiosidad es que para hacer el trayecto a Singapur nos habíamos planteado viajar en avión, pero como no estábamos muy seguros de a que hora llegaríamos a Kuala Lumpur nos decantamos por la opción del autobús. Lo curioso es que cuando simulamos el precio de los vuelos salían cifras negativas, que luego con tasas acababan costando algo, pero eran increíblemente baratos.

 

Como sabíamos que era muy barato el transporte desde Kuala Lumpur, habíamos quedado en que nos pillase un buen autobús. Por solo 45 RM, menos de 10 euros con el cambio vigente en ese momento, un autobús executive de solo 26 plazas súper espaciosas para un trayecto de unos 400 km, realmente barato.

Así pues nos sacó los billetes, nos despedimos muy agradecidos y partimos rumbo Singapur.

El autobús de 26 plazas era muy cómodo, los asientos prácticamente se convertían en cama, incluso tenían unos programas de auto-masaje. Un buen autobus, aunque madre mia, que tapizado y que cortinillas tenia, que cosa más fea, igual es la ultima moda alli pero a nosotros nos parecía horibleeeeeeeeeeeeeeeeeee

A los pocos km hizo una pequeña parada para ir al baño, y luego a mitad de camino hizo otra parada en un área de servicio para repostar, que barata es la gasolina, increíble, unos 45 céntimos/litro, ya podía estar así en España. También baratísima la tienda del área de servicio, por poco más de un euro, 2 refrescos de medio litro y unas galletas de chocolate.



Partimos de nuevo... durante el camino rellenamos un impreso que debíamos entregar en la aduana, a nosotros nos lo entregaron con el billete, pero si no te lo dan es importante pedirlo para luego no perder mucho tiempo en la aduana. También dormimos bastante tiempo durante el viaje, aunque algún amigo me intento quitar de la cabeza ir desde Taman Negara a Singapur, fue el día que más descansamos y más dormimos.

El viaje estaba siendo mucho más rápido de lo esperado, había leído incluso que 6 horas, pero en menos de 4 horas estábamos ya en la aduana. Primero pasamos la de Malasia, un mero tramite, sellar el pasaporte e inmediatamente volvimos al autobús, a los 5 minutos llegamos a la aduana de Singapur, esta ya fue algo más lenta, tuvimos que bajar del autobús todo el equipaje, incluso entro una policía a revisar que no quedaba nada en el autobús. Pasamos un control como el de los aeropuertos y el típico control de pasaportes donde tuvimos que entregar el impreso que habíamos rellenado durante el viaje.

De nuevo nos montamos en el autobús, como Singapur es un país muy pequeñito, no tardamos mucho en llegar a la estación de destino en Jalan Sultan Textile Centre.

ACERCA DE SINGAPUR

Es una moderna ciudad de unos 5 millones de habitantes situada en una isla, que a su vez es un país independiente

El inglés es uno de sus idiomas oficiales, junto con el Chino mandarín, malayo, tamil. Con lo que si tienes unas nociones básicas de la lengua de Shakespeare no tendrás mayor problema.

Tiene una moneda propia, el dólar de Singapur (SGD). Cuando estuvimos alli el cambio era:

1 SGD = 0,57817 EUR - 1 EUR = 1,72960 SGD

El tiempo es bastante estable durante todo el año, con un calor tropical de 32 o 33 grados durante el día con mucha humedad y baja un poco por la noche, pero se puede ir de pantalón y manga corta.

Singapur es una ciudad-estado muy segura y limpia, es conocida por la cantidad de normas y multas que ponen por incumplirlas. Están prohibidos los chicles, así como tirar al suelo un papel o una bolsa de plástico. Hay muchas cámaras grabando y policías vestidos de paisano que te sancionan con fuertes multas que van creciendo si reincides. Hay multas por escupir, por no tirar de la cisterna en los baños, por cruzar la calle fuera del paso de peatones, comer o beber en el transporte publico... Las multas se van incrementando incluso la multa económica puede ir acompañada de un numero de latigazos en función de la gravedad del "delito". Así que hay que andarse con ojito.

Independiente desde 1963 ha tenido un continuo crecimiento demográfico, comercial y financiero. Debido a este crecimiento le han ido comiendo terreno al mar, de hecho es conocida como la isla creciente. Hoy en día es un pujante centro financiero y comercial internacional, y hogar de uno de los puertos de mayor actividad en el mundo lo que le da una gran riqueza.

Junto con la modernidad han sabido conservar sus barrios étnicos: chino, árabe, indio... aunque más limpios y ordenados que en otros países asiáticos.

El autobús nos habia dejado como a unos 20 minutos caminando de nuestro hotel, por lo que era demasiado para ir con el equipaje, y no había transporte publico cerca, por lo que tendríamos que ir en taxi, que son bastante baratos en Singapur. El problema es que no teníamos Dólares de Singapur, así que necesitábamos un cajero. Inés se quedo con el equipaje y yo me fui en busca de uno, me costo bastante encontrarlo, llegue a desesperarme un poco, pero preguntando se llega a todos lados. Eso si al regresar vi que había unos cajeros justo al otro lado de la calle pasando por una pasarela sobre la calle, cosas de las leyes de Murphy.

Nuestro siguiente objetivo era tomar un taxi, pero aunque no había demasiada gente delante, venían con muy poca frecuencia y perdimos bastante tiempo. El trayecto en taxi cómodo y rápido y así llegamos a Fragrance Hotel-Riverside en pleno clarke quay, creo que una de las mejores zonas para conocer la ciudad. Un hotel moderno, bien situado y limpio. La habitación era pequeñita pero estaba bien. El precio era como unos 60€/noche sacado directamente en la web del hotel, que era más barato e incluia más servicios como wifi o desayuno sin coste extra. Además tenia una piscina en la azotea, así que aprovechamos para darnos un baño antes de que empezase a anochecer, no hay como un baño para relajarse.



Hacia las 7 de la tarde ya comenzaba anochecer y salimos a conocer Singaphur, en cuanto nos orientamos, nos acercamos al río Singapur (Singapur river) que es realmente bonito, lleno de barcas iluminadas y fuimos bordeando el río, nuestra derecha estaba repleta de rascacielos... pasamos por el impresionante Fullerton hotel...


Y por fin llegamos al parque Merlion posiblemente el punto más destacado de Singapur ya que ves una panorámica increíble de la bahía, ya era denoche y la verdad es que es un lugar indescriptible, una imagen de postal.





En la plaza se encuentra la estatua de Merlion (de 8,6 metros de altura) Mitad pez y mitad león, Merlion es la imagen de Singapur, La estatua de este extraño felino, expulsa agua por su boca hacia la bahía.



La verdad es que para mi el skyline de Singapur es el más impresionante de todos los que he visto. Quizás los rascacielos no sean los más altos, pero son edificios muy modernos, y tener la bahía ahí en medio con el Marina Bays sands es algo espectacular. Pero para gustos colores, a Inés el de Nueva York o el de las Vegas. Pero bueno, porque quedarse con uno...

Marina Bay sands es un hotel espectacular de 5 estrellas, formado por 3 torres que están cubiertas por una plataforma enorme en la que se sitúa la impresionante "infinity pool", una piscina que produce un efecto visual o ilusión óptica de que el agua se extiende hasta el horizonte, o desaparece. Además de todo esto, el hotel tiene un inmenso casino, un centro comercial, un enorme teatro, bares, restaurantes...

A las 20:00 comenzó un espectáculo de laser que se salian desde Marina Bay Sands hacia la bahía. Todos los edificios que estan a los pies del hotel, como por ejemplo el teatro iban cambiando de color en funcion de las luces que se proyectaban sobre ellos. Muy bonito, una explosion de colores.

Cuando aún no había terminado el espectáculo, nos pusimos a caminar, ya que queríamos estar a las 20:45 en Gardens by the bay donde había otro espectáculo de luces y música. Pasamos por un puente sobre el río, donde seguíamos viendo los laser sobre la bahía.

Al otro lado del puente estaba Esplanade (Theatres on the Bay), un teatro alucinante inaugurado 2002 con un coste de 600 millones de dólares. Está compuesto de dos grandes salas: un teatro de 2.000 localidades y una sala de conciertos con 1.600 asientos. Actualmente es un de los centros más prestigiosos del mundo.


Theatres on the Bay

Continuamos el recorrido bordeando la bahia, por este paseo maritimo las vistas tanto del sky line como de Marina bay son impresionantes.


Por el camino nos encontramos las gradas del estadio de futbol, cuyo terreno de juego esta sobre la bahia, también pasamos muy cerca de Singapur flyer una noria de 165 metros, lo que la convierte en la mayor del mundo, 30 metros más que la de Londres.


Después pasamos un puente iluminado, muy bonito, sobre el río, con varios miradores desde los que sacar unas fotos muy bonitas de la ciudad.


Al otro lado del puente ya entramos en el complejo de Marina Bay Sands, subimos unas escaleras mecánicas y fuimos caminando por una especie de pasarela con vistas de la bahía y de la ciudad, siguiendo las indicaciones de Gardens by de Bay, por ultimo cruzamos por la torre nº 1 y pasamos una pasarela sobre la carretera y justo a las 8:45 llegamos al mirador de "Gardens by de bay", unos jardines que ocupan una gran extensión de terreno localizada entre el mar y la parte trasera del Marina Bay Sands. En estos jardines destacan unos arboles gigantes (supertrees) que son unas gigantescas estructuras de recubiertas por plantas que parecen arboles gigantes, de ahí su nombre. Los superárboles fueron construidos de forma que realizaran un aprovechamiento sostenible de la energía: recogen el agua de la lluvia y contienen células fotovoltaicas que les permiten acumular energía, utilizada al final del día en su iluminación.




Todos los días a las 19:45 y a las 20:45 hay un espectáculo de luces y sonido. Nosotros en esta ocasión lo vimos desde la plataforma y la verdad es que es algo totalmente distinto, no creo que haya nada parecido en ningún sitio. Los arboles se iluminan y van cambiando de colores al compás de la música, la verdad es que es algo digno de ver, y además es gratis.

Después de los 15 minutos que aproximadamente dura el espectáculo regresamos por la pasarela a Marina bay sands, intentábamos volver por el mismo sitio que habíamos ido, pero por suerte nos equivocamos, y digo por suerte, porque fuimos a dar directamente a Event Plaza, un graderío con vistas a la bahía desde donde se puede contemplar el espectáculo “Wonder Full”. Dura unos 12-13 minutos y en el se proyectan diferentes vídeos sobre unos chorros de agua, todo acompañado, por música, laser, fuego... me gustó aún más que el que acabábamos de ver de los súper arboles

vía YouTube
 

Tras el espectáculo dimos otra vuelta por Marina Bay y volvimos caminando por el mismo puente que habíamos llegado, queríamos ver una zona de restaurantes callejeros que tenia mucho ambiente.

Ya era bastante tarde y teníamos que cenar, así que decidimos tomar un taxi a Clarke Quay, que es la zona de más ambiente de Singapur, y la verdad que no nos defraudó, eran varias manzanas de calle peatonales llenas de pubs con mucho ambiente, todo esto al lado del rio Singapur, donde habia terrazas sobre el rio, el mejor situado un restaurante español llamado octapas, que tenia buenos precios...


pero no viajamos a Singapur para comer una paella o una tortilla así que nos dirigimos a otro restaurante que se recomienda en los foros, se llama Jumbo Seafood. Estaba hasta los topes, al final conseguimos una mesa, pero nos dieron muchísima prisa para pedir porque estaban apunto de cerrar la cocina. Así que pedimos rápidamente 3 platos que nos recomendó la camarera y no pudimos pedir el famoso chili crab, ya era muy tarde.


La comida estaba muy rica y era súper abundante, nos sobro muchísimo, y no somos de los que solemos dejar comida. El único detalle que no nos gusto es que al principio nos pusieron unos cacahuetes y un te y nos lo cobraron (como en Portugal). Pero bueno, en términos generales estuvo bien, cenamos en una terraza al lado del río y la comida estaba buena.

Volvimos a dar una vuelta por Clarke Quay, estuvimos viendo algunas atracciones que había la lado del rio, de esas que te lanzan metros y metros hacia arriba a gran velocidad.


Seguimos paseando viendo pubs con intención de tomar algo, pero el precio del alcohol en Singapur es un escándalo, de 10 euros para arriba cada cerveza o copa de vino... cuando vimos que había una especie de botellón en un puente peatonal sobre el rio y decidimos unirnos, había un seven eleven justo en uno de los extremos y nos compramos un par de latas de cerveza de medio litro por unos 3 euros cada una. En un principio nos daba un poco de miedo que pudiese estar prohibido el botellón ya que en Singapur te multan por todo, comer en el metro, tirar un papel al suelo... pero había bastante gente, entre ellos mas españoles y no hubo mayor problema.


Después de la cerveza dimos otra vuelta y nos volvimos al hotel que estaba muy cerca.


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